El peso corporal es la suma del peso de los huesos, los músculos, los órganos, los líquidos corporales y el tejido adiposo. Alguno o todos estos componentes sufren variaciones normales que reflejan el crecimiento, el estado reproductivo, los cambios de la actividad física y los efectos del envejecimiento.

El exceso de peso, principalmente a partir de la grasa corporal genera múltiples problemas a la salud, principalmente incremente todos los factores de riesgo para desarrollar enfermedades crónico degenerativas, como hipertensión, diabetes, síndrome metabólico entre otros problemas de salud.

Grasa corporal

La grasa esencial

Necesaria para el funcionamiento fisiológico normal, se almacena en pequeñas cantidades en la médula ósea, el corazón, los pulmones, el hígado, el bazo, los riñones, los músculos y el sistema nervioso. En el hombre, alrededor del 3% de la grasa corporal es de tipo esencial. En la mujer, este porcentaje es más alto (12%), dado que incluye la grasa corporal contenida en las mamas, la pelvis y los muslos, la cual respalda el proceso reproductor.

 

peso saludable

La grasa almacenada

Es la reserva de energía, fundamentalmente en forma de triglicéridos (TG), en el tejido adiposo. Se acumula por debajo de la piel y alrededor de los órganos internos, a los que confiere protección frente a los traumatismos.

La grasa corporal total (grasa esencial más los depósitos de grasa) en porcentaje sobre el peso corporal asociado a un individuo promedio se encuentra entre el 18 y el 24% para hombres y entre el 25 y el 31% para mujeres.

 

¿Cómo se almacena la grasa en nuestro cuerpo?

La mayor parte de la grasa almacenada proviene directamente de los TG de la dieta. La composición en ácidos grasos del tejido adiposo refleja los ácidos grasos contenidos en la dieta. El exceso de hidratos de carbono y proteínas de la dieta se convierte en ácidos grasos en el hígado mediante un proceso comparativamente poco eficiente, la lipogenia.

Actividad física insuficiente

La falta de ejercicio físico y un estilo de vida sedentario, agravados por la sobrealimentación crónica, también originan aumento del peso. La naturaleza sedentaria de la sociedad contribuye al creciente problema de la obesidad. Un número menor de personas realiza ejercicio y pasa más tiempo realizando actividades asociadas a un bajo gasto energético como:

  • ver la televisión o películas
  • utilizar el ordenador o el teléfono móvil,
  • jugar a videojuegos
  • conducir el coche para acudir al trabajo o actos sociales.

actividad física en el control de peso

Riesgos para la salud y la longevidad

En general, se considera que la obesidad no es sana desde el punto de vista metabólico. Las enfermedades crónicas, como:

  • Cardiopatías
  • Diabetes de tipo 2
  • Hipertensión
  • Accidentes cerebrovasculares,
  • Colecistopatías
  • Infertilidad
  • Apnea del sueño
  • Tumores
  • Artrosis

Estos padecimientos tienden a agudizarse conforme aumenta el nivel de obesidad.

El objetivo actual debe ser el control del peso y conseguir el mejor peso posible en el marco de una salud global. La obtención de un peso corporal o porcentaje de grasa «ideal» El mantenimiento del peso corporal actual o la obtención de una disminución moderada se consideran beneficiosos.

Es probable que los individuos obesos que pierden peso, incluso en cantidades pequeñas (el 5-10% del peso corporal inicial), disfruten de mejoras de la glucemia, la tensión arterial, las concentraciones del colesterol y mejoras en la salud global.