El aceite de las semilla de calabaza “curcubita pepo” (su nombre en latín), es un aceite de un hermoso color verde oscuro, lo que demuestra su alto contenido en clorofila. Es un aceite muy apreciado para uso tanto culinario como medicinal.

Siendo muy importante que provenga de primera presión en frío – no refinado-  así potenciaremos aún más sus propiedades.

Además del delicado sabor anuezado que posee, contiene una gran cantidad de propiedades terapéuticas, debido a su riqueza en componentes biológicamente activos: ácidos grasos poliinsaturados (ácido linoléico, ácido oléico, ácido esteárico, ácido palmítico), zinc, potasio, hierro, vitaminas A, E, fosfolípidos y flavonoides.

 Cabe destacar que el aceite que se obtiene de las semilla de calabaza tostadas previamente, aumenta significativamente su contenido en betacarotenos y vitamina E, otorgándole un mayor poder antioxidante.

Uso  medicinal del aceite de calabaza:

-Trastornos de las vías urinarias, cálculos renales.

-Agrandamiento prostático (reduce el dolor producido por la inflamación), cáncer de próstata.

-Cáncer de seno y metástasis (mejora la supervivencia de los enfermos de cáncer)

-Enfermedades del corazón, endurecimiento de las arterias, colesterol, presión arterial.

-Trastornos inflamatorios (reducir la inflamación de las articulaciones en caso de artritis, espondilitis y   edemas). Por su alto contenido en zinc es muy recomendado para prevenir la osteoporosis.

-Problemas hepáticos (hepatitis, cirrosis, hígado graso).

-Protección de la vista, sobre todo de la córnea.

-Vesícula y ductos biliares, inflamaciones intestinales, estomacales y úlceras del duodeno.

-Prevención de la diabetes.

– Desequilibrio metabólicos, obesidad.

-Psoriasis, herpes.

-Depresión, ansiedad.

-Insomnio.

-Antioxidante, por su alto contenido en vitaminas A y E.

-Poderoso antiparasitario.

Recomendaciones

 El aceite de calabaza debería refrigerarse después de abierto, es ideal para aderezar ensaladas, salsas, helados y postres, nunca ser calentado  -no es apto para cocinar.

 Si no encuentras aceite de calabaza donde vives, puedes igualmente consumir las semillas crudas. Algunos nutricionistas aseguran que “no” se deben tostar y otros dicen que las semillas tostadas, aumentan su poder antioxidante.

El aceite de semilla de calabaza  (al igual que el aceite de semilla de lino, girasol, soja, perilla, nuez), es rico en ALA (omega 3 procedente de semillas y nueces).

 Precauciones:

Según estudios recientes una dieta alta en ALA, no se recomienda para personas con antecedentes de degeneración macular.

Ante esta circunstancia es mejor suplementar EPA y DHA (omega 3 procedentes de pescado y algas marinas).